Cada día tengo que utilizar el coche para ir a trabajar y los fines de semana me desplazo para compartirlos con mi gente. Coche, coche y más coche, mas, sin embargo, me encanta conducir.
Conducir me sirve para manejarme a mí misma. En los trayectos canto, pienso, muevo el pie izquierdo al ritmo de la música, masco unos regalices de azúcar, bebo cualquier líquido burbujeante, sueño otras posibles rutas, vuelo por el cielo que se aprecia al fondo, observo las localidades, ignoro a todos, presto atención a lo insignificante...
Carretera tras carretera sumo kilómetros entre el placer y el deber. Ahora la velocidad es constante y ya frenaré en la siguiente curva o al entrar en una población de habitantes extraños, caminantes fantasmagóricos de algún relato romántico que desee imaginar...
...Mira a ver si te vienes en mi coche y nos acercamos o nos alejamos.
Conducir me sirve para manejarme a mí misma. En los trayectos canto, pienso, muevo el pie izquierdo al ritmo de la música, masco unos regalices de azúcar, bebo cualquier líquido burbujeante, sueño otras posibles rutas, vuelo por el cielo que se aprecia al fondo, observo las localidades, ignoro a todos, presto atención a lo insignificante...
Carretera tras carretera sumo kilómetros entre el placer y el deber. Ahora la velocidad es constante y ya frenaré en la siguiente curva o al entrar en una población de habitantes extraños, caminantes fantasmagóricos de algún relato romántico que desee imaginar...
...Mira a ver si te vienes en mi coche y nos acercamos o nos alejamos.
Sólo es cuestión de decidir, lo que más nos guste. Soñar es gratis.
ResponderEliminarCuesta escoger donde comentarte. Buenos textos.
Gracias por acercarte a mi blog.
Un abrazo
Ay madre..me has seducido, me monto en tu coche! curiosearé más por aki...
ResponderEliminarbeso
me encanta la idea.
ResponderEliminarGracias por la visita. La verdad es que tengo varios vicios, pero este es confesable (jeje). Aquí tenéis un huequito para tomaros algo y en los otros blogs también.
ResponderEliminarUn abrazo
También hago mis kilómetros diarios: Cien, en total. Y, como tú, pienso que menos mal que me gusta conducir. ¡Llevo así veinte años!... Y este es el motivo por el que por la ciudad sólo uso mi bicicleta. Esa es mi estampa más urbana, haga el tiempo que haga: encima de mis dos ruedas.
ResponderEliminarUn beso, Melibea.
¡Hola, Dédalus! yo hago 140 km diarios, 70 y 70; a esos les añado los fines de semana de visitas y de viajes de turismo. En fin, que las petroleras me aman.
ResponderEliminarUn beso
Me encanta manejar, aunque ultimamente casi no lo hago, por falta de vehiculo.
ResponderEliminarrecuerdo la ultima vez que manejé, con la mejor compañia que hubiese podido imaginar
¡Hola, Tácito! Ciertamente, conducir es muy agradable. Vamos juntos? Yo me apunto a que me lleves por algún camino de esos que te dirigen hacia una aventura.
ResponderEliminar¡Qué envidia por la compañía que tuviste ya que pudo ir con vos!
Besos
Aprovecho que paso por aquí para dejarte Saludos!
ResponderEliminarGracias por venir!!! Más saludos para vos.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarAcabo de leer tu comentario en mi blog. Te agradezco el mensaje. Me gustò tu blog y el video de Rosal. Saludos,
Gracias, Molo. Este blog también es de Tácito, otro grosso del panorama bloguero, como yo (jeje). Bueno, al margen de ironías, bienvenido y te esperamos más por acá.
ResponderEliminarUn saludo
Ay, ay, qué poquito me atraen esas balas con ruedas y kilos y más kilos...
ResponderEliminarAy, ay, qué dolor de pensarlo...
¡Ay!
Nuuuuuuuuuuuu, los coches me encantan. Son bellezas mecánicas. Bueno, cuando me toque una super lotería voy a metalizarme dentro de una de esas preciosidades.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha gustado mucho lo que has escrito, y es qu eme imagino que conducir debe ser muy relajante. Aunque yo nunca he tocado un coche jaja.
ResponderEliminarFELIZ 2009 y espero que sigas soñando como hasta ahora.
Aprovecho mi visita para invitarte a conocer mi nuevo proyecto literario, nos leemos pronto.
Hi,
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Thank you,
Mariana
ayy perdona te pegue una cosa que no era jajaj
ResponderEliminarhttp://gymbrainstorming.blogspot.com/
¡Hola, Mariana! Gracias por venir y por invitarme a tu espacio literario nuevo. Me encanta saber que estás escribiendo mucho :)
ResponderEliminarFeliz Año para vosotros. ¡Que seáis muy felices! Un beso
Gustarme, lo que se dice gustarme, creo que no. Reconozco su utilidad pero nada más. Otra cosa es que a todos los objetos que comparten la vida conmigo les acabe poniendo nombre y los humanice. Así pasa con mi coche, le tengo cariño. Aunque debo reconocer que algunas de las situaciones más graciosas y angustiosas las he pasado en algunos viajecillos a tu lado. ¡Surrealistas totales! Seguro que te acuerdas de ellas. jejeje
ResponderEliminarMona, eres una grossa de la conduccion, de verdad. He pasado contigo unas situaciones locas, pero locas locas. Me viene a la cabeza la salida de un garaje y tambien nuestras peripecias por esas carreteritas de Dios (o del Demonio, segun se mire).
ResponderEliminarBesossssssssssssss
PD: ¿quien me mata este troyano que tiene abducido ahora el tecladito de las narices? XD
Hola Malibea! Me encantó tu blog y la idea de este texto. Manejando con el viento en la cara ayyyy que sensación de libertad!
ResponderEliminarte invito a visitar mis nuevos blogs:
http://www.recuerdodevenus.blogspot.com/ http://www.loscuentosdevenus.blogspot.com/
Besos, María