Cada día tengo que utilizar el coche para ir a trabajar y los fines de semana me desplazo para compartirlos con mi gente. Coche, coche y más coche, mas, sin embargo, me encanta conducir.
Conducir me sirve para manejarme a mí misma. En los trayectos canto, pienso, muevo el pie izquierdo al ritmo de la música, masco unos regalices de azúcar, bebo cualquier líquido burbujeante, sueño otras posibles rutas, vuelo por el cielo que se aprecia al fondo, observo las localidades, ignoro a todos, presto atención a lo insignificante...
Carretera tras carretera sumo kilómetros entre el placer y el deber. Ahora la velocidad es constante y ya frenaré en la siguiente curva o al entrar en una población de habitantes extraños, caminantes fantasmagóricos de algún relato romántico que desee imaginar...
...Mira a ver si te vienes en mi coche y nos acercamos o nos alejamos.
Conducir me sirve para manejarme a mí misma. En los trayectos canto, pienso, muevo el pie izquierdo al ritmo de la música, masco unos regalices de azúcar, bebo cualquier líquido burbujeante, sueño otras posibles rutas, vuelo por el cielo que se aprecia al fondo, observo las localidades, ignoro a todos, presto atención a lo insignificante...
Carretera tras carretera sumo kilómetros entre el placer y el deber. Ahora la velocidad es constante y ya frenaré en la siguiente curva o al entrar en una población de habitantes extraños, caminantes fantasmagóricos de algún relato romántico que desee imaginar...
...Mira a ver si te vienes en mi coche y nos acercamos o nos alejamos.